ARTSHOW Director christian Pouligo
The Art Show Cannes is a private Contemporary Art Event, entirely devoted to contemporary photography and video art and is set in a privileged place in the period of the Cannes Film Festival in May. This event presents well known Art Photographers and Art Video Films Directors in the AVIFF, Art Video Film Festival.
The Art Show Cannes is a separate event from the local Film Festival bridging the gap between Contemporary Art, Photo § Video, and Cinema.
*Angel Orensanz supports the AVIFF since 2011 by providing a price delivered in a ceremony on the last day of the Festival
lundi 16 avril 2012
lundi 12 mars 2012
dimanche 18 décembre 2011
Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz en Sabiñánigo, España: XIV edición
XIV Edición del Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz, convocado por el Ayuntamiento de Sabiñánigo , ganador del certámen, D. Ernest Altés, obra “ARADO”, un único accésit dada la calidad de la obra a Carlos Albert Andrés obra “Balandra”
No se trata de hacer aquí ningún estudio sobre la escultura contemporánea aragonesa, sino más bien, se trata de poner en su sitio El Premio Internacional de Escultura "Ángel Orensanz”, que se celebra con carácter bianual en la localidad oscense de Sabiñanigo, desde 1979, tras la puesta en marcha del Museo “Ángel Orensanz y Artes del Serrablo”. Las obras ganadoras de las ocho primeras ediciones se pueden contemplar en el propio museo, con el tiempo en la edición correspondiente al 2001 se optó para que las obras pudieran ser expuestas en el exterior, debiendo presentar el autor para optar al premio una maqueta de la obra propuesta.
A partir de ese momento desde el Patronato del Museo y el Ayuntamiento se han ido buscando otras ubicaciones a lo largo del entramado urbano de la localidad, al aire libre, con el fin de crear un itinerario escultórico, interesante para los visitantes, que recorra la ciudad y jalone de elementos artísticos su tejido urbano.
El premio se encuentra actualmente en su XIV edición, en la última edición, el premio respondía al tema “Sabiñánigo, lugar de encuentro” y la obra ganadora de Ruiz de Eguino, fue elegida entre las 28 propuestas que optaron en esta ocasión al Premio. La obra definitiva fue colocada en la Plaza de España, junto al Ayuntamiento, siendo la más concurrida hasta la fecha la XI, edición, correspondiente al año 2005, en dicha ocasión fueron 62 las esculturas, procedentes no solo de España sino de otros lugares del mundo los que concurrieron al certamen y el jurado concedió además dos menciones de honor a las obras: “Umbral de la claridad” de Rubén de Pedro Domingo y “Pase sin llamar” de Javier Santurtún Leaniz.
No es una casualidad que el premio internacional lleve el nombre del escultor Ángel Orensanz, pues se trata, junto a Serrano y Gargallo, de uno de los artistas aragoneses más internacionales. Su trayectoria artística se ha desarrollado a lo largo de los años de manera “desbordante”. Desde esculturas en parques, calles, plazas, tanto en nuestra comunidad autónoma, como en otras ciudades españolas. Su obra se puede encontrar en países como Londres, Holland Park, Tokio, la Plaza Roja de Moscú, Paris, Berlin o el Central Park de New York.
Su obra, desde una fase de gran elocuencia de interpretación artística, pasará pronto a las abstracciones geométricas. Aparecerá su obra definitiva, la abstracción basada en el cilindrismo y una obra entre el drama, el color y la forma como aportación al arte contemporáneo. Pero no se queda ahí su trayectoria, que ha ido derivando a otras tendencias, como el film de difusión de su obra en festivales internacionales , las llamadas “esculturas volantes” que pudimos disfrutar el pasado mes de julio en los jardines del Museo del Traje, Madrid y que han convertido al escultor aragonés en un artista consagrado en el arte más actual.
No se trata de hacer aquí ningún estudio sobre la escultura contemporánea aragonesa, sino más bien, se trata de poner en su sitio El Premio Internacional de Escultura "Ángel Orensanz”, que se celebra con carácter bianual en la localidad oscense de Sabiñanigo, desde 1979, tras la puesta en marcha del Museo “Ángel Orensanz y Artes del Serrablo”. Las obras ganadoras de las ocho primeras ediciones se pueden contemplar en el propio museo, con el tiempo en la edición correspondiente al 2001 se optó para que las obras pudieran ser expuestas en el exterior, debiendo presentar el autor para optar al premio una maqueta de la obra propuesta.
A partir de ese momento desde el Patronato del Museo y el Ayuntamiento se han ido buscando otras ubicaciones a lo largo del entramado urbano de la localidad, al aire libre, con el fin de crear un itinerario escultórico, interesante para los visitantes, que recorra la ciudad y jalone de elementos artísticos su tejido urbano.
El premio se encuentra actualmente en su XIV edición, en la última edición, el premio respondía al tema “Sabiñánigo, lugar de encuentro” y la obra ganadora de Ruiz de Eguino, fue elegida entre las 28 propuestas que optaron en esta ocasión al Premio. La obra definitiva fue colocada en la Plaza de España, junto al Ayuntamiento, siendo la más concurrida hasta la fecha la XI, edición, correspondiente al año 2005, en dicha ocasión fueron 62 las esculturas, procedentes no solo de España sino de otros lugares del mundo los que concurrieron al certamen y el jurado concedió además dos menciones de honor a las obras: “Umbral de la claridad” de Rubén de Pedro Domingo y “Pase sin llamar” de Javier Santurtún Leaniz.
No es una casualidad que el premio internacional lleve el nombre del escultor Ángel Orensanz, pues se trata, junto a Serrano y Gargallo, de uno de los artistas aragoneses más internacionales. Su trayectoria artística se ha desarrollado a lo largo de los años de manera “desbordante”. Desde esculturas en parques, calles, plazas, tanto en nuestra comunidad autónoma, como en otras ciudades españolas. Su obra se puede encontrar en países como Londres, Holland Park, Tokio, la Plaza Roja de Moscú, Paris, Berlin o el Central Park de New York.
Su obra, desde una fase de gran elocuencia de interpretación artística, pasará pronto a las abstracciones geométricas. Aparecerá su obra definitiva, la abstracción basada en el cilindrismo y una obra entre el drama, el color y la forma como aportación al arte contemporáneo. Pero no se queda ahí su trayectoria, que ha ido derivando a otras tendencias, como el film de difusión de su obra en festivales internacionales , las llamadas “esculturas volantes” que pudimos disfrutar el pasado mes de julio en los jardines del Museo del Traje, Madrid y que han convertido al escultor aragonés en un artista consagrado en el arte más actual.
mercredi 14 septembre 2011
PARADIGMA exposición de Ángel Orensanz Museo del Traje MADRID
mardi 13 septembre 2011
El Ayuntamiento de Sabiñánigo convoca, a través del Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo, el XIV Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz
• XIV Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz.
Premio de escultura Ángel Orensanz
Convocatoria y bases del XIV Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz
Consulta y descárgate las bases y el modelo de inscripción en el XIV Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz.
El Ayuntamiento de Sabiñánigo convoca, a través del Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo, el XIV Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz, un certamen bianual al que pueden concurrir todos aquellos escultores que lo deseen, y deben presentar una maqueta de su obra, que debe responder al tema que se plantea en las bases de cada nueva edición, y que esta ocasión será la despoblación rural, y llevará por título una expresión en lengua aragonesa que hace referencia a este hecho “Pueblos amortaos” . Será trabajado mediante expresión y técnica libre.
En cuanto a la ubicación de la obra, será colocada, en colaboración con su autor, en el “Jardín de nuestros pueblos” de Sabiñánigo, si bien el Ayuntamiento se reserva el derecho a modificar la ubicación final o modificar su ubicación en el futuro en caso de ser necesario.
Premio de escultura Ángel Orensanz
Convocatoria y bases del XIV Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz
Consulta y descárgate las bases y el modelo de inscripción en el XIV Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz.
El Ayuntamiento de Sabiñánigo convoca, a través del Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo, el XIV Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz, un certamen bianual al que pueden concurrir todos aquellos escultores que lo deseen, y deben presentar una maqueta de su obra, que debe responder al tema que se plantea en las bases de cada nueva edición, y que esta ocasión será la despoblación rural, y llevará por título una expresión en lengua aragonesa que hace referencia a este hecho “Pueblos amortaos” . Será trabajado mediante expresión y técnica libre.
En cuanto a la ubicación de la obra, será colocada, en colaboración con su autor, en el “Jardín de nuestros pueblos” de Sabiñánigo, si bien el Ayuntamiento se reserva el derecho a modificar la ubicación final o modificar su ubicación en el futuro en caso de ser necesario.
11 SEPTIEMBRE 2011 Ángel Orensanz: "El 11-S fue atroz, descompensó el equilibrio mundial de manera colosal"
• Alejandro Royo Zaragozano ARAGON DIGITAL
Ángel Orensanz: "El 11-S fue atroz, descompensó el equilibrio mundial de manera colosal"
La sede de la Fundación Ángel Orensanz se encuentra en Lower Manhattan, cercana a las Torres Gemelas que el 11 de septiembre de 2001 fueron derribadas en un ataque terrorista. El propio artista aragonés evoca, en el décimo aniversario, cómo vivió esos días y reflexiona sobre lo que supuso aquel acontecimiento en su vida y en su obra.
Zaragoza.- "La caída de la segunda de las Torres Gemelas de Nueva York supuso la caída del símbolo de todo un sistema". Así describe el artista altoaragonés Ángel Orensanz el impacto del ataque terrorista contra el World Trade Center que él vivió desde la sede neoyorquina de la Fundación que lleva su nombre.
Orensanz evoca los sentimientos y las emociones que le embargaron aquella mañana de martes en la que dos equipos de televisión de las cadenas ABC y CBS grababan diversos programas en la sede de la Fundación. “En cuanto les dieron la noticia salieron rápidamente hacia las torres”, recuerda Orensanz, quien asomado a la ventana pudo divisar la bola de fuego que causó el impacto del segundo avión.
“Lo más terrible de todo fue pensar que todo eso sucedía porque estaba metódicamente planeado”, asegura Orensanz. “Es una atrocidad enorme que desequilibró el mundo de una manera colosal”, reflexiona el artista oriundo de Larués (Huesca), para quien los movimientos que están sucediendo en algunos países árabes son consecuencia de aquel ataque. “Es difícil pensar que todo pueda acabar bien, ya veremos”, vaticina el escultor y pintor.
Un hecho de semejante magnitud marcó la historia mundial, y mucho más la vida cotidiana de los ciudadanos neoyorquinos. Por supuesto la obra de Orensanz se vio influida por los hechos aciagos de aquel martes. “Empecé a dibujar cosas muy agónicas y dramáticas después del 11-S”, subraya Orensanz, quien reconoce que, tras los atentados, trataba de eludir el tema en sus conversaciones con colegas o amigos europeos.
Ángel Orensanz es un artista polifacético. No cabe duda de que hay que poseer una sensibilidad artística fuera de lo común para ser capaz de encontrar en el seno de la tragedia y el caos “la visibilidad estéticamente armónica” del humo producido por el colapso de la primera torre, “que subía como una hiedra que se encarama por una pared”, evoca el altoaragonés.
Sin embargo, para Orensanz, la venganza no tiene sentido. “Lo que hago en mis obras es una reflexión posterior al acontecimiento”. “Se trata del fuerte gesto de producir algo. El arte no debe ser venganza. Desde el Renacimiento hasta las pinturas de Goya no hay apenas ni un cuadro que muestre venganza”, asevera el escultor y pintor aragonés.
Ángel Orensanz: "El 11-S fue atroz, descompensó el equilibrio mundial de manera colosal"
La sede de la Fundación Ángel Orensanz se encuentra en Lower Manhattan, cercana a las Torres Gemelas que el 11 de septiembre de 2001 fueron derribadas en un ataque terrorista. El propio artista aragonés evoca, en el décimo aniversario, cómo vivió esos días y reflexiona sobre lo que supuso aquel acontecimiento en su vida y en su obra.
Zaragoza.- "La caída de la segunda de las Torres Gemelas de Nueva York supuso la caída del símbolo de todo un sistema". Así describe el artista altoaragonés Ángel Orensanz el impacto del ataque terrorista contra el World Trade Center que él vivió desde la sede neoyorquina de la Fundación que lleva su nombre.
Orensanz evoca los sentimientos y las emociones que le embargaron aquella mañana de martes en la que dos equipos de televisión de las cadenas ABC y CBS grababan diversos programas en la sede de la Fundación. “En cuanto les dieron la noticia salieron rápidamente hacia las torres”, recuerda Orensanz, quien asomado a la ventana pudo divisar la bola de fuego que causó el impacto del segundo avión.
“Lo más terrible de todo fue pensar que todo eso sucedía porque estaba metódicamente planeado”, asegura Orensanz. “Es una atrocidad enorme que desequilibró el mundo de una manera colosal”, reflexiona el artista oriundo de Larués (Huesca), para quien los movimientos que están sucediendo en algunos países árabes son consecuencia de aquel ataque. “Es difícil pensar que todo pueda acabar bien, ya veremos”, vaticina el escultor y pintor.
Un hecho de semejante magnitud marcó la historia mundial, y mucho más la vida cotidiana de los ciudadanos neoyorquinos. Por supuesto la obra de Orensanz se vio influida por los hechos aciagos de aquel martes. “Empecé a dibujar cosas muy agónicas y dramáticas después del 11-S”, subraya Orensanz, quien reconoce que, tras los atentados, trataba de eludir el tema en sus conversaciones con colegas o amigos europeos.
Ángel Orensanz es un artista polifacético. No cabe duda de que hay que poseer una sensibilidad artística fuera de lo común para ser capaz de encontrar en el seno de la tragedia y el caos “la visibilidad estéticamente armónica” del humo producido por el colapso de la primera torre, “que subía como una hiedra que se encarama por una pared”, evoca el altoaragonés.
Sin embargo, para Orensanz, la venganza no tiene sentido. “Lo que hago en mis obras es una reflexión posterior al acontecimiento”. “Se trata del fuerte gesto de producir algo. El arte no debe ser venganza. Desde el Renacimiento hasta las pinturas de Goya no hay apenas ni un cuadro que muestre venganza”, asevera el escultor y pintor aragonés.
11 SEPTIEMBRE 2011 Ángel Orensanz: "El 11-S fue atroz, descompensó el equilibrio mundial de manera colosal"
Ángel Orensanz: "El 11-S fue atroz, descompensó el equilibrio mundial de manera colosal"
La sede de la Fundación Ángel Orensanz se encuentra en Lower Manhattan, cercana a las Torres Gemelas que el 11 de septiembre de 2001 fueron derribadas en un ataque terrorista. El propio artista aragonés evoca, en el décimo aniversario, cómo vivió esos días y reflexiona sobre lo que supuso aquel acontecimiento en su vida y en su obra.
Zaragoza.- "La caída de la segunda de las Torres Gemelas de Nueva York supuso la caída del símbolo de todo un sistema". Así describe el artista altoaragonés Ángel Orensanz el impacto del ataque terrorista contra el World Trade Center que él vivió desde la sede neoyorquina de la Fundación que lleva su nombre.
Orensanz evoca los sentimientos y las emociones que le embargaron aquella mañana de martes en la que dos equipos de televisión de las cadenas ABC y CBS grababan diversos programas en la sede de la Fundación. “En cuanto les dieron la noticia salieron rápidamente hacia las torres”, recuerda Orensanz, quien asomado a la ventana pudo divisar la bola de fuego que causó el impacto del segundo avión.
“Lo más terrible de todo fue pensar que todo eso sucedía porque estaba metódicamente planeado”, asegura Orensanz. “Es una atrocidad enorme que desequilibró el mundo de una manera colosal”, reflexiona el artista oriundo de Larués (Huesca), para quien los movimientos que están sucediendo en algunos países árabes son consecuencia de aquel ataque. “Es difícil pensar que todo pueda acabar bien, ya veremos”, vaticina el escultor y pintor.
Un hecho de semejante magnitud marcó la historia mundial, y mucho más la vida cotidiana de los ciudadanos neoyorquinos. Por supuesto la obra de Orensanz se vio influida por los hechos aciagos de aquel martes. “Empecé a dibujar cosas muy agónicas y dramáticas después del 11-S”, subraya Orensanz, quien reconoce que, tras los atentados, trataba de eludir el tema en sus conversaciones con colegas o amigos europeos.
Ángel Orensanz es un artista polifacético. No cabe duda de que hay que poseer una sensibilidad artística fuera de lo común para ser capaz de encontrar en el seno de la tragedia y el caos “la visibilidad estéticamente armónica” del humo producido por el colapso de la primera torre, “que subía como una hiedra que se encarama por una pared”, evoca el altoaragonés.
Sin embargo, para Orensanz, la venganza no tiene sentido. “Lo que hago en mis obras es una reflexión posterior al acontecimiento”. “Se trata del fuerte gesto de producir algo. El arte no debe ser venganza. Desde el Renacimiento hasta las pinturas de Goya no hay apenas ni un cuadro que muestre venganza”, asevera el escultor y pintor aragonés.
Alejandro Royo Zaragozano ARAGON DIGITAL
• Alejandro Royo Zaragozano ARAGON DIGITAL
La sede de la Fundación Ángel Orensanz se encuentra en Lower Manhattan, cercana a las Torres Gemelas que el 11 de septiembre de 2001 fueron derribadas en un ataque terrorista. El propio artista aragonés evoca, en el décimo aniversario, cómo vivió esos días y reflexiona sobre lo que supuso aquel acontecimiento en su vida y en su obra.
Zaragoza.- "La caída de la segunda de las Torres Gemelas de Nueva York supuso la caída del símbolo de todo un sistema". Así describe el artista altoaragonés Ángel Orensanz el impacto del ataque terrorista contra el World Trade Center que él vivió desde la sede neoyorquina de la Fundación que lleva su nombre.
Orensanz evoca los sentimientos y las emociones que le embargaron aquella mañana de martes en la que dos equipos de televisión de las cadenas ABC y CBS grababan diversos programas en la sede de la Fundación. “En cuanto les dieron la noticia salieron rápidamente hacia las torres”, recuerda Orensanz, quien asomado a la ventana pudo divisar la bola de fuego que causó el impacto del segundo avión.
“Lo más terrible de todo fue pensar que todo eso sucedía porque estaba metódicamente planeado”, asegura Orensanz. “Es una atrocidad enorme que desequilibró el mundo de una manera colosal”, reflexiona el artista oriundo de Larués (Huesca), para quien los movimientos que están sucediendo en algunos países árabes son consecuencia de aquel ataque. “Es difícil pensar que todo pueda acabar bien, ya veremos”, vaticina el escultor y pintor.
Un hecho de semejante magnitud marcó la historia mundial, y mucho más la vida cotidiana de los ciudadanos neoyorquinos. Por supuesto la obra de Orensanz se vio influida por los hechos aciagos de aquel martes. “Empecé a dibujar cosas muy agónicas y dramáticas después del 11-S”, subraya Orensanz, quien reconoce que, tras los atentados, trataba de eludir el tema en sus conversaciones con colegas o amigos europeos.
Ángel Orensanz es un artista polifacético. No cabe duda de que hay que poseer una sensibilidad artística fuera de lo común para ser capaz de encontrar en el seno de la tragedia y el caos “la visibilidad estéticamente armónica” del humo producido por el colapso de la primera torre, “que subía como una hiedra que se encarama por una pared”, evoca el altoaragonés.
Sin embargo, para Orensanz, la venganza no tiene sentido. “Lo que hago en mis obras es una reflexión posterior al acontecimiento”. “Se trata del fuerte gesto de producir algo. El arte no debe ser venganza. Desde el Renacimiento hasta las pinturas de Goya no hay apenas ni un cuadro que muestre venganza”, asevera el escultor y pintor aragonés.
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